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miércoles, 7 de febrero de 2018

A 3 Años de Despedir a Arkaitz

Ha padado tres años desde que la dolorosa noticia de la muerte de Arkaitz Bellón Blanco conmoviera a Euskal Herria.

En redes sociales circula este texto en su memoria:

A las nueve en El Cristo

Nosotr*s no somos sant*s, nunca quisimos serlo, no lo pretendemos.

Nosotr*s no somos “l*s imprescindibles” de Bertold Brecht, pero se nos rompe el alma cuando nos convierten en absolutamente prescindibles.

Nosotr*s no somos causa, sino consecuencia.

Nunca nos dieron pins y zuritos por tirar piedras, ni 20000 pesetas por cruzar autobuses.

No tenemos la frase “Denok eman behar dugu zerbait gutxi batzuk dena eman ez dezaten” en un cuadrito colgado en la esquina del salón. La tenemos en el corazón y en la actitud.

Cuando hay huelga general es cuando más madrugamos, y “con bufanda y con txubaskero caminamos hacia los astilleros”.

Nunca tiramos los cohetes en vertical, sino en horizontal, y las obras del centro no eran un incordio, sino un arsenal.

Compramos potasa aunque no tenemos tos, compramos soto-cascos aunque no tengamos moto, y si quedamos a la nueve en la plaza de El Cristo es porque va a haber “un cristo”.

Cuando aita nos dijo “déjate de política y búscate una rubia de dieciocho” nos tomamos una Keler en la herriko, y cuando ama nos dijo “estudia para el dia de mañana” nos empollamos el librito azul de “Como actuar ante una detención”.

Tu familia era tu talde, tus amistades las amatxus de l*s pres*s alertando desde el balcón, y tu pareja un tiragomas llamado “Juanito”.

Oímos a Otegi, pero a “Baru” le escuchamos.

Por querer una mejor educación expulsión del colegio, por pedir condiciones laborales mas dignas nos quedamos en el paro, por los derechos de l*s pres*s acabamos en prisión, y por perseguir nuestros sueños sufrimos pesadillas.

Somos el volcán del que nace la isla, la riada que abona el valle, el incendio que regenera el bosque.

Somos quienes empujan al sol para adelantar la madrugada, aunque para ello nos quememos las manos.

Somos el ardor de la juventud luchando por cambiar el mundo, antes de que nos alcance la social-demócrata madurez y la conservadora vejez.

Como dice la canción, “somos veteran*s de la kale borroka”, pero sin derecho a compensación, ni a media pension, ni maldita la falta que nos hace; ni eso, ni jubilarnos en un apartamento de “Villa Candado”.
Somos Arkaitz Bellon Blanco, y hoy con él nos hemos muerto un poco.

“PANTXI” GOGOAN ZAITUGU!
HERRIAK EZ DU BARKATUKO!
KALE BORROKA HERRI BORROKA DA!
ARKAITZ, AGUR ETA OHORE!






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